CAMBIO DE BLOG
Cambio de blog. Ya he cumplido una etapa en este sitio (6 meses) y es momento de mudarme para ofrecer nuevas cosas:
http://www.elritmodelvolchevique.blogspot.com
Cambio de blog. Ya he cumplido una etapa en este sitio (6 meses) y es momento de mudarme para ofrecer nuevas cosas:
http://www.elritmodelvolchevique.blogspot.com
He tenido problemas en subir textos al blog. Si cambio de dirección, les avisaré. Mientras tanto me gustaría saber si han tenido problemas al acceder a esta página.
Y si alguna vez, Karla, nos llegamos a encontrar en una ciudad extraña en medio de un mar de gente y nos miramos sin creer que somos nosotros, sin creer que el azar nos esté haciendo esto porque una situación así nunca está prevista, mucho menos si sucede siete u ocho años después de haberla deseado y pedido y vuelta a desear cada día, cada noche hasta el cansancio una y otra vez y creer un día que jamás volveríamos a vernos porque lo que sucedía no podía ser real, no podía pasarnos a nosotros que estamos tan lejos y que nos hace tanta falta estar al lado del otro y sentirnos como nunca hemos imaginado así como ese momento donde nos miraríamos sin creer que todo ha valido la pena hasta ese momento porque habría sido bueno dejarnos llevar por las circunstancias, por el momento, por la gente que nos habría arrastrado hasta ese lugar preciso donde por primera vez en diez años compartiríamos exactamente el mismo piso y el mismo cielo sin darnos cuenta hasta que algo hizo que volteara al lugar justo donde caminabas sola, con el pelo suelto, mirando los anuncios de la calle, como pensativa pero despreocupada, y de pronto sucede el encuentro, el cruce de miradas, de caminos, de pasado y presente, y sucede que no sabemos cómo actuar a pesar de haberlo estado esperando tanto tiempo, pero es normal, sobre todo si tomas en cuenta que estaríamos en la calle, en una ciudad extraña, quizá en un país ajeno, con diez años de encima, con tantas cosas sin decir, con miles de secretos, de experiencias, de lágrimas, de risas, quizá seríamos otros que no tendríamos nada de qué hablar, completamente otros, unas personas distintas que pasaríamos de largo después de mirarnos y no sentiríamos nada pues todo el mundo habría cambiado con nosotros y nada importaría ya, si te vas, si me regreso, si nos topamos nuevamente pero no, también existe la posibilidad de gritar nuestros nombres, de correr, de alborotar a nuestro sentimiento y abrazarnos entrañablemente, tiernamente, amorosamente, por todos aquellos abrazos que nos hemos mandado en cartas, en mensajes, en llamadas y que dijimos que un día nos los daríamos en uno solo y ese sería el abrazo tan esperado por nosotros y qué manera de reencontrarnos, de abrazarnos, de saber que el otro realmente existe como lo hemos imaginado cada noche y qué andas haciendo, a donde vas, cuando te regresas, pero déjame abrazarte de nuevo, sentir que realmente eres tu y vamos a caminar, conozco un lugar lindísimo como para enamorarse siempre, anda, ven, pero primero prométeme con todas tus fuerzas que nunca nos volveremos a separar.
Comparto una de las mejores líneas que he leído en los últimos meses:
1)
"...una o dos ramitas adornaban la fotografía, el grupo -madre y dos niños- que se veía sobre el escritorio al cual estaba sentado el padre cuando entró aquél joven, y ellos -Quintin y Shreve- pensaron que cuando el padre habló y antes de que sus palabras dejaran de ser conmoción para cobrar sentido, Enrique había de recordar más tarde, haber visto a través de la ventana..."
¡Absalón, absalón! de William Faulkner
2)
"(La literatura) es una manera astuta que hemos inventado a fin de desagraviarnos a nosotros mismos de las ofensas e imposiciones de esa vida injusta que nos obliga a ser siempre los mismos, cuando quisieramos ser muchos, tantos como requerirían para aplacarse los incandescentes deseos de que estamos poseídos"
"La literatura es un desafío a lo que existe"
"Porque toda buena literatura es un cuestionamiento radical del mundo en que vivimos"
La verdad de las mentiras de Mario Vargas Llosa
3)
"Acercarse y mirar"
Beatriz de la Fuente
Él se acercó con toda la maldad de un buen amante ante el oído de ella para sorprenderla de nuevo y decirle que los deseos son las únicas mentiras que pueden dejar de serlo. Primeramente fue el lugar donde cayeron sus palabras que se estremeció, toda aquella zona circular donde la forma de concha hace retumbar los sonidos para repetirlos y repetirlos. Fue instantáneo. De golpe entró su voz y no pudo hacer más que sentir aquel choque que rápidamente invadió todo su cuerpo. En sus hombros siguieron floreciendo pequeñas rosas blancas que nacieron desde el cuello, rebasaron el hombro y conquistaron los brazos, mientras que sus pechos se despertaban un poco para echar un vistazo a través de la blusa. Sus pezones brotaron sonrientes y la sensación bajó hasta hundir el boquete construido de algo sumamente delicioso que bajaba y bajaba sin poder detenerse hasta penetrar en las zona de las piernas que flaquearon en el próximo movimiento, sobre todo porque al mismo tiempo de llegar a los muslos y caer pesadamente a los pies, aquella sensación, aquella vibra que venía avanzando desde su oído, invadió de lleno y con mucha fuerza el territorio de su sexo. Fue como haberle dado un beso a su interior.
En mi paseo nocturno por los blogs -aunque había jurado no hacerlo- me topé con la siguiente nota curiosa:
"Los libros de notas pulso febril del tiempo serán la literatura de mañana y ya casi son la de hoy... Esta tarea de ir apuntando cada uno de nuestros fugaces pensamientos ofrece el riesgo de todos los narcisismos, conduce a la desesperación y a la muerte. Quien a toda hora escribe lo que dice o lo que piensa decir, acaba por considerar la nota como el objetivo supremo de su vida, y por enamorarse de todas sus ideícas. Ya no piensa, ya no habla, no escribe, sino en vista de su libro de notas. Y menos mal si se trata de una mente desordenada, que se regocija en su desorden... El mundo se le desmenuzará en papelitos llenos de escritura abreviada. Olvidará el comer y el dormir"
Alfonso Reyes
*Hallado en el blog http://hyepez.blogspot.com/
*A Roxana
1.- Salí con Isabel sin querer salir con ella, aunque yo tuve la idea de invitarla al cine. Dejé a mitad la correción de un cuento y salí de casa algo distrído. No había salido a la calle en tres días por leer y escribir. La luz me provocaba una sensación de irrealidad.
2.- Mientras iba rumbo a su casa, pensé en ir a buscar a otra amiga sin avisarle a Isabel. Manejaba automáticamente, hilando historias. Un instinto paterno (pues es mucho más chica que yo) y un gusto por las flaquitas (preferencias que he tenido en las últimas semanas) me hizo seguir el rumbo hacia su casa.
3.- Toqué el cancel y salió en seguida. Su piel iluminaba el pasillo a oscuras entre su casa y la calle. Recordé un verso de Benedetti: "Una mujer desnuda y en lo oscuro, tiene una claridad que nos alumbra". Cuando le di el beso en la mejilla, sentí un escalofrío.
4.- En el camino rumbo al cine, le conté lo que había estado haciendo en los últimos días. Y hablé tantas cosas, que cuando llegamos al cine tenía la boca seca. Ella sugirió (con la sabiduría de las mujeres) que vieramos Madagascar.
5.- Reímos como locos, como niños, como hace mucho no reía. Aún así, hubo momentos donde la veía como si estuviera mirando la pantalla.
6.- Después del cine fuimos a cenar. Tuvo la oportunidad de hablar de sus cosas con una gracia infinita. Me interesaba cada palabra que mencionaba.
7.- Decidimos llegar a un parque para fumar y hablar otro poco. Mis pensamientos giraban alrededor de su cuerpo. Cada frase que le decía, tenía la intención de robarle algo. Me sentí más humano que nunca.
8.- LLegamos a su casa. Me pidió que no bajara del auto porque en su casa no les gustaba mirarla acompañada de alguien. Me dio otro beso, bajó de prisa.
9.- En el camino recibí un mensaje suyo: "Espero que llegues bien a tu casa. Maneja con cuidado."
10.- Al estar en casa, le respondí con otro mensaje: "Gracias por haber plantado mis pies en la tierra. Dormiré pensándote." Y así fue.
Me acabo de enamorar de una mujer que conocí hace unas horas. Vi que entró y mi boca quedó abierta, era imposible que existiera una mujer que reuniera en un solo rostro tantos detalles perfectos. Por fortuna se sentó cerca de mi mesa. Si hubiera elegido sentarse en el otro extremo del local, estoy seguro que me hubiera levantado, hubiera dicho alguna excusa a mis amigos y la seguiría. Pero estaba cerca, y la podía mirar cuando quisiera, y quería mirarla en cada momento, conocer sus movimientos, escucharla, saber qué pediría.
Me pareció buena idea ir a su mesa, decir mi nombre y que sinceramente la quería conocer, porque no vaya a ser que seamos el uno para el otro y que jamás nos volvamos a ver si decides ignorarme. Si es así, me regreso a la mesa y punto final; si no, te invito a otro lugar en estos momentos, que es el momento justo para iniciar lo que nos espera. Pero algo muy fuerte me impidió levantarme e ir hacia ella: no estaba sola.
Mi atención se enfocó en su pareja con la pregunta: ¿qué tiene él que no tenga yo? Usaba una camisa de mal gusto, con rayas amarillas atravesadas al azar; los zapatos eran similares a unos que usé cuando era adolescente; su pelo bailoteaba encima de su cabeza; y para colmo, fumaba como loco. No es que quiera presumir, pero uno no tiene vicios, usa camisas lindas, le gusta peinarse y calza los zapatos que están de moda.
Me cansé de estar a la expectativa y decidí tomar cartas en el asunto: la miré detenidamente. Ella bien me podía mirar de igual modo, pero era imposible que lo hiciera si su pareja estaba a su lado. La comprendí. Sin embargo, mis ojos actuaron como si no comprendieran y la siguieron mirando hasta que fue imposible hacerlo por más tiempo. Mis amigos exigían mi presencia en la charla. Volví a la conversación sufriendo. Sabía que ella también entendería.
Curiosamente pidió la misma bebida que yo. ¿Acaso quería más pruebas? Uno no puede alejarse del destino, éste corre tras de ti hasta que te alcanza. Nunca es tarde para tomar el buen camino, como dicen los religiosos. Y era cierto, porque no importaba si ella se había comprometido con él, ya que ella podía terminar con esa relación cuando quisiera. Era fácil: el argumento de haber encontrado a la pareja perfecta nunca falla. Si le faltara valor, yo mismo hablaría con él sabiendo las consecuencias que la confesión traería. Lo golpearía si fuera necesario.
Era feliz. Por fin había hallado a la mujer más hermosa que había conocido y sin ningún esfuerzo. Sólo me cité con los amigos en el café de siempre, me senté, platiqué y ella apareció como si alguien le hubiera susurrado al oído: ve a ese sitio, ahí lo conocerás. La única duda que existía era si ella había llegado a mí, o yo a ella. Estaba seguro que él, jamás en su vida, había sentido la atracción que yo sentía por esa mujer, ni había escuchado la vocecita que dice: ella es, ella es, alcánzala. Parecía ser de esos hombres que no tienen una puta idea de lo que es el amor.
Decidí mantenerme en mi territorio y atacar en el momento que pareciera preciso. Ella seguía fingiendo no percatarse de mi presencia, y cualquiera que la mirara se lo creería. Su actitud al hablar era convincente: se enfocaba en él, sólo en él (sí como no). Me reía al pensar que el tipo estaba seguro de su relación, ignorando todo el mundo de detalles que había en conexión entre ella y yo.
Mientras llegaba el momento oportuno para anunciar al mundo lo que había entre nosotros, volví a la charla de mis amigos. Eso me distrajo de lo que pasaba en la otra mesa. No me percaté cuando pidieron la cuenta, ni cuando pagaron, ni cuando ella tomaba su bolso para levantarse e irse. La miré de pie tomada del brazo de su pareja, y pensé que su actuación le exigía hacerlo. Esperé que volteara hacia mí para indicarme, con la mirada, donde nos podríamos encontrar después. Pero ella siguió caminando, riendo, mirándolo. Cuando por fin volteó, poco antes de salir del local, supe que era feliz en su papel.
Ayer le hablé a Karla. Marqué el número de teléfono atentamente, dígito por dígito para comunicarme con ella a la primera, que sonara una o dos veces y que ella contestara que bueno y que esperara a que yo hablara. Así lo hice, y así sucedió. Le dije que era yo, Josué, que como estaba. Ella me respondió una sonrisa que sonó atravéz de la línea. Me contó que veía la televisión y que estaba algo aburrida, así como yo, intervine, y volvimos a sonreír. Además, estaba descansando porque había trabajado todo el día, y el trabajo se había hecho más tedioso porque anoche tomé algunos tequilitas y como una no está impuesta, pues ya sabrás cómo me siento. Le devolví la sonrisa. Después le platiqué lo que había hecho anoche, y el día anterior a esa noche, y la noche anterior a ese día. Le pregunté sobre su familia, le conté acerca de la mía, que su hermano había chocado, que el mío seguía trabajando donde mismo, que su tía la había invitado a la playa, que yo y mis primos dimos la vuelta, que ella y sus sobrinos habían visto Madagascar.
Abandoné mi habitación y me dirigí al patio, donde ella me preguntó donde estaba porque oía interferencia, y yo que será tu teléfono, que es de mala calidad como su dueña, no, no es cierto, es que estoy afuera de la casa y hace mucho viento. Sí, también hacía viento por su casa, que no quería ni asomarse a la ventana, que pasaría esa noche del sábado mirando televisón. Te hablé, le dije, porque precisamente no había nada en la televisión y pensé en platicar un poco y saber lo que has hecho ultimamente. Sonrió. Al quedar en silencio, le dije que si quería ir al cine, o a cenar, o a caminar simplemente. Esperé su respuesta. Ella continuó en silencio y me dijo que no jugara con eso. No es un juego, que sí, cómo crees que va a ser un juego invitarte a salir. Qué bonito sería, dijo al final.
Inició otra pausa. No me atreví a cambiar de tema, así que fue ella quien habló: gracias por llamar, te quiero mucho. Yo más, respondí. ¿Vendrás? No lo sé, prefiero no decir nada. Cuídate, ¿está bien? Tu también. Te espero. Nos vemos pronto. Ojalá.
*A Karla, a quien no he visto en diez años.
Largo se le hace el día a quien no ama
y él lo sabe. Y él oye ese tañido
corto y duro del cuerpo, su cascada
canción, siempre sonando a lejanía.
Cierra su puerta y queda bien cerrada;
sale y, por un momento, sus rodillas
se le van hacia el suelo. Pero el alba,
con peligrosa generosidad,
le refresca y le yergue. Está muy clara
su calle, y la pasea con pie oscuro,
y cojea en seguida porque anda
sólo con su fatiga. Y dice aire:
palabras muertas con su boca viva.
Prisionero por no querer, abraza
su propia soledad. Y está seguro,
más seguro que nadie porque nada
poseerá; y él bien sabe que nunca
vivirá aquí, en la tierra. A quien no ama,
¿cómo podemos conocer o cómo
perdonar? Día largo y aún más larga
la noche. Mentirá al sacar la llave.
Entrará. Y nunca habitará su casa.
Camino por tu cuerpo
llego a la boca
y me dices que no eres tu
En los próximos días aparecerán textos que se han basado en una serie de arduas reflexiones acerca de las siguientes preguntas:
¿Por qué se crea un Blog?
¿Por qué tengo un Blog?
¿Por qué tienes un Blog?
¿Por qué es tan frecuente el Blog?
¿Por qué tengo un Blog? ¿por qué la necesidad de quebrarte la cabeza escribiendo cosas para una página? No lo sé. Por lo menos en mi caso, no lo sé. Aunque puedo inferir las respuestas de algunas personas que han creado un Blog. Sí, puedo suponer lo que responderían, y quizá alguna de sus razones me convenza.
Es fácil sospechar que una persona crea un Blog para poder expresarse. Pero en realidad no tan sólo entra la acción de expresarse, si no de saber que se puede expresar; así como la seguridad de ser leído, aunque en un principio los visitantes sea la gente cercana. Y ahí radica lo riesgoso, pues si el espacio convence, se recomienda. De ese modo surgen las cadenas que parten o terminan en un Blog.
Un buen Blog se propaga como la dinamita, pero el tener lectores no significa que sea propositivo, sino que en muchos casos logra solamente ser divertido. Y esto es suficiente para que dicho espacio se convierta en un foro de libre opinión, donde los temas en cuestión sean bofos, sin sentido. Y en cambio es muy difícil que un Blog se sostenga con textos interesantes por semanas o meses. En ese caso, el autor pasaría directamente a ser un líder de opinión.
¿Se podrá pasar de ser un ciudadano promedio a un líder de opinión? Por medio de textos, absolutamente. A través de un Blog, es posible.
*Esta es la segunda parte de un texto dedicado a cuestionar la función de un Blog. La primera parte se puede encontrar en los textos anteriores.
Se hace un Blog para compartir lo descubierto. Esto significa encontrarse con un espacio repleto de citas, de textos de toda índole que si bien cumple su función de compartir, no propone ninguna visión particular de las cosas, y aunque muchos intervengan diciendo que en ese caso se exponen diversos puntos de vista, el individual, el del autor, el del creador, se desconoce por completo. Es injusto pasar por la vida utilizando las palabras de los otros. ¿Acaso el objetivo de un Blog es compartir?
El Blog se convierte en un diario. Aquí entra lo que ya se mencionaba del poder expresarse mediante un espacio en la red y saber que puedes escribir lo que te de la gana. Este tipo de Blog es el más sencillo: cada seis horas le escribes al mundo lo que te ha ocurrido. Este tipo de Blog es el que nace a diario y a todas horas. Posee la característica de ser un espacio para desahogarse, exponerse, compartir experiencias. Este tipo de Blog perece pronto porque la mayoría de los creadores de estos espacios lo han hecho por ser cuestión de moda, de hallar un lugar donde son ellos mismos y nadie los puede atacar, eliminar, ni desmentir.
¿Algún Blog podría pasar a la historia? Probablemente si. Pero fuera de cosas estadísticas, el Blog es el espacio de un diario informal, accesible y globalizado. Gutiérrez Nájera publicó toda su obra en suplementos de periódicos y revistas. Chéjov publicó cerca de 300 cuentos en diarios Rusos, antes de ser reconocido como el gran escritor que era. El espacio de un Blog es el espacio donde se queda por un tiempo indefinible los textos publicados. Se puede leer con facilidad lo que hace un par de años se escribió, teniendo la ventaja de ser expuestos a todo aquel que acceda a la página.
Hace poco se publicó la obra periodística de García Márquez reunida en 5 tomos. ¿Nos toparemos con libros, dentro de 50 años, donde el autor confiese: estos textos salieron en mi primer Blog?
*Esta es la tercera parte de un texto dedicado a cuestionar la función de un Blog. Las dos primeras partes se puede encontrar en los textos anteriores.
Un Blog también se utiliza para mostrar imágenes. En este caso entran aquellas personas que están ligadas con la imagen (pintores, escultores, fotógrafos, diseñadores). Buscan este tipo de espacios para mostrar lo que producen. Es así que el Blog se ha convertido, en algunos casos, en una sección cibernética de económicos.
Aparece un Blog para mostrar textos que ningún diario, ni revista, permitiría en su interior. Textos con una visión mordaz y sincera de las cosas, con la intención de arrojar a la sociedad la realidad que se esconde tras las acciones de alguna persona pública. O bien, en vez de tratarse de una persona conocida, se habla sobre la amiga, el vecino, la compañera de escuela, mencionando asuntos privados totalmente ajenos al lector (excepto si el lector es la persona criticada). Estos últimos espacios también desaparecen de forma fugaz.
Otro tipo de Blog es el propagandista. Se crea con la intención de sobresaltar las virtudes y cualidades de una persona. Son espacios donde el autor habla de sí mismo. Provoca, quizá sin darse cuenta, que el lector vea sus negras intención con sólo leer algún fragmento al azar. En la mayoría de los casos el autor resalta sus propios defectos, defiende sus acciones y trata de justificar su vida hedonistamente. Logra ocasionar polémica, ganar enemigos y perder lectores en un futuro.
Se crea un Blog para uno mismo. En algunas ocasiones la necesidad de verse publicado rebasa los límites de la cordura. Se crea el espacio y el autor escribe usualmente y se lee en cada oportunidad durante el día. Corrige, cambia de opinión, elimina textos, hasta convencerse de que su Blog, es un buen Blog. En casos graves, él mismo se deja comentarios, y en los más delicados, se responde.
Hace días en un café, una mujer que desapareció en seguida me leyó el siguiente poema:
"Una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo.
La rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos"
de Alejandra Pizarnick
Tengo en el cuerpo
la idea más clara de lo que es el amor.
Mi cuarto está oscuro
y de no existir el amor
sé bien que dormiría.
¿Pero cómo dormir
sabiendo que el sexo es el máximo amor en la vida?
Yo más bien quiero
tener tus piernas por bufanda
y horadar ese montecito de nuebes
que cubren, transparentes, tus pantaletas.
de Ricardo Castillo
La poesía de Walt Whitman es de un hombre que es todos los hombres y todas las mujeres. Nos describe en cada uno de sus textos. Viaja al pasado y se regresa al presente para volver al futuro. Su voz va y viene impregnando a todo aquél que lo lee.
"El sexo contiene todo: cuerpos, almas,
significados, pureza, demostraciones, resultados
suavidad, proclamas,
cantos, órdenes, orgullo, salud, el materno misterio,
la leche seminal,
las esperanzas, beneficios, dádivas, todas las pasiones,
amores, bellezas, placerres de la tierra,
todos los gobiernos y jueces y dioses y personas
admiradas del mundo,
todo lo contiene el sexo como parte de sí mismo
y justificación de sí mismo""
Uno vive y se topa con las ideologías. Para muchas personas se debe de creer en algo. He intentado tomar elementos de diversas ideologías para formar una propia. Creo que finalmente es lo que nos toca hacer. La vida se mira desde muchas perspectivas.
Si Dios es las flores y los arboles,
Los montes, el sol y el claro de luna,
Entonces creo en él,
Creo en él a todas horas,
Toda mi vida es oración y misa,
Una comunión con los ojos y los oidos.
Pero si Dios es los arboles y las flores,
Los montes, la luna, el sol,
¿Para que lo llamo Dios?
Lo llamo flores, árboles, monte, luna, sol.
Si él se ha hecho, para que yo lo vea,
Sol y luna y árboles y montes,
Si él se me presenta como árbol y monte
Y claro de luna y sol y flor,
Es por que quiere que yo lo conozca
Como árbol, monte, luna, sol, flor.
Y yo lo obedezco
(¿Sé mas de Dios que Dios de sí mismo?)
Lo obedezco viviendo espontaneamente,
Como uno que abre los ojos y ve,
Y lo llamo luna y sol y flores y árboles
y montes Y lo llamo sin pensar en él
Y lo pienso con los ojos y los oidos
Y ando con él a todas horas.
*fragmento de un poema de Fernando Pessoa
Siempre es justo reconocer a la gente que aporte algo en su quehacer: un punto de vista que nutra las percepciones del lector, o en este caso, el escucha. El reconocimiento en cierto momento es necesario para una persona que no ha dejado de producir aquello por lo que se le reconoce. Y el disco que ahora hace que estemos aquí, es un buen ejemplo de digno reconocimiento a Joaquín Sabina.
Dentro de una etapa donde los homenajes discográficos están a la orden del día, nace el disco Entre todas las mujeres, donde 13 mujeres interpretan las canciones más representativas del cantautor español. Entre la fila de intérpretes que participan esta Ana Belén, Soledad Giménez, Rosario, Julieta Venegas, Carmen Paris, Chabela Vargas, Tamara, entre otras. ¿Y qué hace Joaquín Sabina entre trece mujeres? Dejarse arrastrar, seducir, interpretar y tocar como más le plazca a la mujer en turno.
La intención de un disco de este tipo es renovar la música con interpretaciones y arreglos diferentes, actuales. Y lo difícil es desligar las nuevas versiones con las originales. Conforme se escucha Entre todas las mujeres, las interpretaciones femeninas se vuelven incapaces de llevarnos al recuerdo del español maldito por la sensibilidad que tienen sus voces en este disco que no hace otra cosa que arrullarnos sin darnos cuenta.
La música de Joaquín Sabina vale por sí misma, y muy difícilmente se puede hablar de ella con una postura de inconformismo. Uno escucha la voz rasposa de Sabina y no se olvida de la forma en que éste pronuncia alguna frase o algún estribillo. Pero este disco no es Joaquín Sabina, si no un grupo de mujeres que lo interpretan de una manera tan exquisita y delicada, que se convierte en un disco de colección, para escucharse a través del tiempo.
Si usted no conoce a Joaquín Sabina, Entre todas las mujeres es el disco ideal para acercarse a este cantautor. ¿Cuántas personas conocimos a José José por el disco tributo que le hicieron? Y si usted ya conoce a Sabina, este disco da la impresión de ser un disco que no tiene relación alguna con Joaquín, pero que de una extraña manera, se encuentra presente en cada voz que lo interpreta.
(texto publicado en la revista Altanoche)